Lo que vi & otros poemas de Sebastián Diez Casares

Algo puntual sucede en Latinoamerica: vuelven a surgir los viejos autoritarismos del Estado que tanto daño y muerte causaron. El pueblo resiste y los ricos abusan. Despiertan nuevamente los tiranos y la poesía se defiende en las calles, entre molotov y canciones repetidas por miles. Sebastián Diez Casares poetiza -in situ- la última gran crisis del pueblo chileno. Estos versos saben a todo lo que significaron estos últimos meses: trincheras, libertad, amor y resistencia. La poesía latinoamericana resiste.
Julio Barco-Lima 2019

LO QUE VI
para Alejandra Del Río
Vi torsos desnudos luciendo el impacto de los perdigones
Vi a un chico tapando de espaldas a una chica que orinaba
Vi una farmacia clausurada que ardía desde dentro
Vi perros deambulando entre el tumulto, gatos en la copa de [los árboles
Vi pancartas en blanco en protesta contra el Lenguaje
Vi a la garra blanca tomándose plaza italia como si fuera la [Bastilla
Vi en los techos de los paraderos gente besándose
Vi bengalas que impactaron al dron que vigilaba a la masa
Vi gente que rociaba con bicarbonato los rostros de los [manifestantes
Vi marcianos bailando breakdance, marcianos en bicicleta y [patines
Vi gente abultada por conseguir un panfleto, cuando antes lo [evitaban
Vi gente rayando consignas en cartones rescatados de la [basura
Vi niños blandiendo pistolas de globos, vi bebés en fulares
Vi señoras haciendo saumerios entre el humo de [lacrimógena
Vi gente sobre sus mat meditando en medio del caos
Vi basureros repletos y gente rociando cloro en los meaderos
Vi un ejército de volantines tomándose un cielo rojo
Vi a la Vilka ofreciéndole arroz a un ejército vietnamita
Vi a Gómez, vi a Azúa, vi a Mario, vi a Ninfa, a la Karo
Vi a Alfonso transmitiendo por radio a un costado de una [barricada
Vi cómo intentaba sintonizar la banda sonora de los rebeldes
Vi la 210 tomada por un piño de payasos incorruptos
Vi masas troqueladas de humo, vi un rojo atardecer
Vi el puente Pío Nono como una enorme oruga
Vi hospitales improvisados con olor a marihuana en sus [frontis
Vi a los foodtruck multiplicar el pan y a mi ojo en sangre
Vi bonobones con veneno masticados x los pacos
Vi un árbol orinado tantas veces que le crecieron latas de [cerveza como frutos
Vi caer a los helicópteros en hoyos negros que les chupaban [el ruido
Vi gente muerta protestando
(*)
(*)
LOS CÍCLOPES
Ya van dos semanas que los cíclopes
pululan por las calles
ven las aún llameantes sombras de las barricadas
y por efecto de las bombas
lloran por su único ojo
y aunque sea con el ojo único
―su cuota a favor de la visión
su trecho ante la ceguera absoluta―
leen con monóculo las declaraciones
de ministros en práctica ensañados
por el orden público y la verborrea
o de periodistas mitómanos profesos
en malversación de info y mala fama
La paz de los ojos pareados ―doble
paz que al parecer es lo único
que los desvela, sin cerrar un ojo―
es el rubro de los capitalistas
(dicen que poco menos del 1% de la población)
dedicados a criar cuervos y soltarlos
montaña abajo al calor de las masas
de poblaciones donde los cíclopes
ahora preparan el desayuno
y ven tan solo la circunferencia de la taza
y su humeante vapor
que cubre su único ojo
del que brotan lágrimas
(*)
(*)
EL PATA JULIO BARCO ME PIDE VIDEOS DE LA REPRE POR INBOX
Quería fundar una lengua, en eso estábamos
En el minuto en el que el energúmeno que tenemos de presidente anuncia que soltará a los milicos, yo estaba borracho como cuba coordinando una barricada.
¿Qué es esta güeá hermano, Lolapalooza?
Hay un tipo haciendo escalada en el Gam
Instala un letrero enorme
con la consigna: A REPARTIR LA TORTA
Yo no quiero torta
Fuimos colonizados por alcohólicos y saqueadores
Me da la impresión de conocerlos a todos
Todos primos tíos abuelas vecinos
Todos felices Todos sanos
Todos comiendo cosas ricas
Y ya nadie se quita el saludo masivamente
No nos tiremos agua entre bomberos
No nos pisemos la sábana entre fantasmas
A la masa se la respeta, carajo!
como el niño al mar cuando aún no aprende a nadar
(*)
(*)
PARA GLADYS MARIN
La Virgen Santísima irrumpe en Santiago
embarcada en una piragua
bajando por el Mapocho
Pregunta por los desaparecidos
Persigna a los perros
Los guarenes trepan por sus muslos
«Dónde están mis hijos», pregunta
rozando con sus dedos finos
las aguas turbias del afluente
Los helicópteros la asedian
como moscas enormes y desorientadas
«¿Dónde están mis hijos?», repite
«dónde están mis hijos, conchasdesumadre»
Los huérfanos bajo los puentes
se apresuran a abrazarla
«Mamita, dónde estabas
los pacos nos pegan y balean,
a las chiquillas las manosean
y se las violan»
«Mamita, no quiero que esto acabe,
quiero que se vayan»
Las guaguas trepan
como por una escalera
por sus costillas
tanteando con sus labios
los pezones para mamar
«¿Dónde están mis hijos?
¿Dónde? ¿Y sus ojos?
Qué cíclopes, qué mutilados»
La Virgen Santísima cruza Pío Nono
Grita nombres irreconocibles
mientras su halo se incendia
y su manto se empapa de fango
«¡Dónde están mis hijos
Dónde están mis hijos
Conchas de su madre!»
Dando paladas con su remo
en la orilla, la piragua encalla
Desciende a pies descalzos
Bordea el Cerro Huelén
El cerro de la desdicha
Quiere encarar a esa impostora
que corona la cima del San Cristóbal
la de yeso, la de mármol
la displicente, la mala madre
la que hizo de Chile un orfanato
(*)
(*)
REBELDÍAS LÍRICAS
a los poetas muertos del 19’
quizás cambiar el fervor
del poeta Gómez Rojas[1]
y bajarle el tono.
Los fervores son susceptibles
de ecualización
Apunten al cielo
cámaras, rifles
miradas, peñascos
los muertos aún están allí
no olvidan
La historia no se repite pero rima
Mi amor, envasado en su origen
¿hará lo posible por palpitar?
Hay gente que marcha sola
y en el proscenio nadie recuerda
Yo mismo soy incomprensiblemente
marginal Los márgenes baldíos
allí donde se anota, se toman recados
se ensaya la firma y la firme
No puedo ocultar la pena
Luna llena y Revolución
Por los que han partido este año
Invitados por la anfitriona más sexy
y peligrosa: la doña Muerte
(*)
(*)
RECAPITULACIÓN DE OJOS
Para G.
1
ojo x ojo, nos deben 200
el ojo entra en la luz y no al revés
el orzuelo de tu ojo
ojo con eso!
aquí con mi ojo biónico
que de tanto pico en el ojo
ya no quedó ni el pico
que el poeta menor de la antología
escribe en las puerta del baño
perdigones ignorantes y eternos
en el cuerpo que deviene ojo
y se torna miopísimo y opaco
hasta devenir prismático
y probablemente luego mirador
como dijo el gil Deleuze
Un ojo que deviene en jardín colgante
Y Pessoa, quien a su vezdijo:pensar
es como estar enfermo de los ojos.
En el viejo ojo de agua de Watanabe
esta vez tampoco hay imágenes definitivas.
asi que abandona tu arrogante lucidez y bebe.
2
He visto a los ojos a una ciega
para advertir un verso
en la cobertura de su catarata
A los ciegos se los mira a la boca
Ya nada hay que escrutar
en esas cavidades que acurrucan
órganos descompuestos
Membranas gelatinosas
así santuarios de virgen
así cavernas magallánicas
Yo leo con uno y el otro lo cierro
El dolor del izquierdo x la lectura
Historia de cíclopes en revolución
Perdigones que penetran pupilas
Impactos con bazukas en el iris
el brillo en los ojos de una bebé ciega
el ojo ausente de Robert Creeley
el ojo diseccionado de una vaca
el ojo extático de Antonio Vielma
los ojillos en el ojo de una mosca
la visión herbívora de un estrábico
el ojo distorsionado de Colin Hay
las cataratas en el ojo del perro
el ojo rebelde de Carlos Layer
la ceguera de Homero y de Borges
y un largo etcétera de oftalmológicas
3
Nos despedimos mediante el viejo truco de alejarse
todo a lo largo, todo nuestro amor al horizonte
o, digamos, en San Diego con Alameda
todos enbandanados insultando pacos
o más bien con mera merísima dolencia,
digamos, la distancia entre la bala y el ojo,
el ojo y mirada, y la ciudad y lo lejos,
desazón de un idioma que según se aleja
muestra el intrincado mapa de tu ojo
como las líneas del metro o de la mano
o un ramillete rojo sobre blanco
venillas que cubren su corteza
y que las gitanas no se atreven a leer
Las gotas de suero empapando
los globos ocultares, poco y nada
en el maquillado de pestañas rojas
de la muchacha de la jota baleada,
en el quejido del zorzal desplumado,
en la textura ciega de una larva en su boca.
(*)
(*)
ESA VEZ PUSE EN SPOTIFY ETERNAL FLAME DE THE BANGLES MIENTRAS CONTEMPLABA CONSUMIRSE ENTRE LAS LLAMAS DE UNA BARRICADA UN SOFÁ Y EL METAL DE TU ENGAÑO
Fumo a través de la bandana
Todo se ensaya como en una escena de cine alemán de [entreguerras
El gris predomina con apasionamiento
Se escucha por el parlante una de Salvatore Adamo
Con los perdigonazos haciéndole coro
Espero al borde de una piscina en parque Bustamante
El Azúa anda perdido en bici y fumando le espero
Yo ando a pie así que me tendrá que llevar
a lo machuca el ctm (besos y abrazos)
¿Te acuerdas de esas camisas que nos regalaron
los patas peruanos, esas que habían saqueado
de un Hites, no recuerdo, aquella noche de la marcha
más grande del universo desde la gran Mesopotamia?
Son un par de camisas cuadrillés azul y amarillo
Las he calzado toda la semana en mi trabajo
Mangas largas
[1] Poeta anarquista, compañero de Manuel Rojas.